Es que este 8 de Marzo, desobedecer las costumbres, los miedos, desobedecer al sistema macho y la misoginia, desobedecer el orden preestablecido, desobedecer como Juana, la “Amazona”, ensillando el caballo y liderando nuestros propios cuerpos para decidir gestar o no gestar, ser trans, hetero o trabajadora sexual, tomando la espada de nuestras razones para caminar Colón y General Paz gritando a este pueblo que parece todavía colonizado, fue preciso. Debimos ser lxs desobedientes, serlo todo el día, en las calles, en las mentes, en las camas.

Esa tarde vi muchas, miles de Juanas juntas, desobedeciendo por las que no pudieron asistir porque están privadas de su libertad, pariendo en los pasillos del penal, sufriendo el palo en la espalda, por las asesinadas en manos del hombre oprimido por el miedo a la mujer sin miedo, por las que todavía no se animan a la acción de sí mismas, por todas temblamos el asfalto, la conciencia, la memoria.

No me mires trunca ni mucho menos bruta

Que no se te ocurra lo de bruja,

Mas bien astuta, más bien soy útera

Y cuidadito con lo de puta, que aca somos muchas las que estamos en pie de lucha.